Los cambios son buenos y en algunas oportunidades
necesarios, lo difícil del asunto es que quienes tienen que desarrollar esos
cambios por el bienestar del colectivo general no los vean ni los apliquen;
Salamina en medio de su glorioso nombre y abolengo a tenido la dicha de ser el
centro de la declaratoria de paisaje cultural cafetero por la UNESCO, un gran galardón que no poseen muchos lugares
a nivel mundial y que de ser bien visualizado grandes beneficios traería.
Para todos los Salamineños, ya no nos es raro disfrutar de las visitas de
turistas de todo el mundo que llegan a conocer la herencia cultural,
social de nuestra tierra junto con la importante arquitectura que ha marcado el
destino económico y turístico del municipio y es ejemplo para la nación; bendición que podría desaparecer por falta de
estrategias coherentes y apropiadas para el desarrollo de la economía del
sector urbano y rural en torno a la declaratoria de Paisaje Cultural Cafetero, que preocupante ha sido la cifra estadística
que ha presentado el gerente de la federación de Cafeteros quién en el informe
presentado el 23 de febrero de 2016, manifiesta que la producción cafetera de estos primeros meses se ha
perdido en un porcentaje superior al 98% ….. es decir se perdió todo siguiendo
a nuestro coste todo el proceso de recolección, mantenimiento y pago de jornales, recolección del grano malo
etc, porque de no hacerlo es peor el
tema por infestación de broca.
Salamina nuestro pueblo querido en mi concepto corre el gran
riesgo como toda la zona cafetera de perder la declaratoria por falta de
interés como ha pasado en Brasil en éstos temas, sino que también corre el
riesgo de contaminarse con la imagen que
ya tiene construida el Quindío y otros departamentos en temas
turísticos; Salamina como siempre debe resaltar y distinguirse los demás,
nuestra calidad de gente, paisajes y cultura deben preservarse y cada día
demostrar que somos más únicos; a lo
anterior se le debe sumar uno que
siempre lo consideré nefasto para la competitividad y desarrollo a nivel de
emprendimiento en Salamina y es que el 98% prácticamente de las personas que
colocan algún negocio o tienen un negocio no son Salamineños. (No queriendo decir
que es malo) pero sí cuestionando entonces de quién es el pueblo entonces y que
ha hecho la cámara de comercio del municipio, alcaldía y demás instituciones
que tienen por obligación propender por el desarrollo económico, cultural y
social de mi tierra querida. Esto es un
llamado a la reflexión, un llamado para que cambiemos el chip y pensemos que
coger café es un castigo, que ofrecer mi casa a un turista garantizando asepsia
es una oportunidad de negocio, que haciendo panelitas o tiraos presentándolos bien
y preparándolos con calidad es una oportunidad de ingreso; es un llamado a
aprovechar el momento que tal vez no será eterno.
Finalmente y para no ser muy extenso pues son muchos los
temas que surgen en éste tipo de pensamientos si invito a reflexionar frente a
la forma en que Salamina está abordando el tema del turismo y la declaratoria
de paisaje cultural cafetero, pues no está beneficiando a los que en esencia
debería es decir a los productores cafeteros, jornaleros y personas que
subsisten a través de actividades relacionadas con el café y la cultura
cafetera; no me cabe la menor duda que el éxito de la declaratoria se dará en
la medida que todo este tema beneficie económicamente a las personas que
vivimos acá; el desarrollo de unidades de emprendimiento en las fincas,
auxilios de la administración municipal para el mejoramiento o recuperación de
las casas del campo y sobre todo acompañamiento académico como profesional en
temas de turismo son indispensables. Me
aterra pensar que sabiendo que nos han tildado históricamente a los Salamineños
de inteligentes, hoy seamos tan brutos al momento de aprovechar el momento
histórico que se presenta.
No visitar a Salamina Caldas, Colombia es no conocer el Paisaje Cultural Cafetero como patrimonio Universal de la Humanidad. Arquitectura. Cultura. Belleza. Naturaleza y café.